EL HIELO



Marcelo salió al exterior abrigado hasta los dientes, pero no pudo evitar que el viento helado se le clavara en los pómulos como pequeñas cuchillas. Hacía tanto frío en aquel pequeño pueblo islandés que le dio por pensar cómo diantres nadie imaginó levantar allí la primera casa. Era una villa de pescadores a la orilla de un gran lago. Apenas había una docena de cabañas de lugareños que habían jubilado la barca para dedicarse al turismo, que les granjeaba altos beneficios gracias a almas perdidas como la suya. Divorcios, desencantos, muertes, engaños... Todos los que acudían allí buscaban recomponer el sentido de sus vidas. Cada cual tenía su razón. La suya estaba clara: se sentía más solo que nunca.
Caminó por la senda hacia la cabaña que se encontraba a las faldas de la montaña, donde indicaba el anuncio. ‘Ventana al destino’, rezaba la oferta. Era justo lo que necesitaba, pensó. Llamó a la puerta y abrió una anciana de pelo completamente cano y piel arrugada y flácida que parecía derretirse en medio de aquel infierno helado.
—Espere one minute, por favor —le solicitó en spanglish. Luego le invitó a un chupito dulce que rascaba la laringe.
—Para el frío —ironizó ella con media sonrisa, y luego le invitó a acceder a una sala contigua que había sido excavada en el glaciar. Se sintió como si estuviera en el interior de un gran frigorífico. La anciana le mostró tres grandes rocas de hielo que se encontraban sobre una mesa.
—Elegir one, please y mire atentamente —y Marcelo obedeció.
Las imágenes comenzaron a fluir por arte del alcohol, del frío o de la magia. Eran personas las que aparecían en los reflejos. Personas desconocidas.
—¿Quiénes son? —preguntó él.
—Almas pasadas o venideras que formarán parte importante de tu life —respondió ella.
Marcelo se fue de allí imaginando que había terminado volviéndose loco; pero también con la esperanza de que quizá todas aquellas gentes estaban aguardando en el futuro para cambiarle la vida en un mundo en que las personas van y vienen, como los amores, las amistades o la fortuna. Y aquel sencillo hálito de esperanza le hizo sentirse mejor. #literatura #relatos #tales #cuentos #fantasy #ice #hielo


 

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