BÚSCALO EN LA NOCHE

Sube y echa un vistazo; pero no lo hagas ahora. Aún es de día y él duerme. 
Mejor al atardecer, cuando el sol se esconda, cuando torne a color sangre. 
Hoy es un buen día, hay luna nueva y para él todo comienza de nuevo. 
Sube y búscalo. La puerta estará abierta porque nadie acude en la noche. 

Búscalo porque no te recibirá. Llámalo gritando su nombre. Vocifera con todas tus fuerzas. 
Que sienta el poder de tu deseo. 
Tal vez te cueste hallarlo. Suele vagar por los pasillos, corretear por las escaleras de caracol...
Le gusta subir a las almenas para luego descender hasta las catacumbas. 

Grita fuerte su nombre. Nadie más mora en ese castillo. Nadie más será molestado. 
Grita fuerte su nombre y al final aparecerá frente a tí, a saber con qué aspecto. 
Que no te supere el pánico. Esto es importante, porque tratará de horrorizarte.  
Es hábil, hurgará en tus miedos más ocultos. Demuestra que no lo temes. 

Cuando descubra que el espanto no es arma que pueda blandir esta vez, díselo. 
Exígele lo que te debe, lo que siempre fue tuyo. 
Comprenderá que es justo y aceptará. Y entonces podrás marcharte, y de veras lárgate. 
Te tentará de nuevo, te mostrará un mundo de posibilidades, de anhelos cumplidos, de felicidad.

Pero nunca, jamás, debes aceptar.
O sus grilletes te acompañarán el resto de tu vida...

Comentarios

Entradas populares