EL CAFÉ MÁS CARO DEL MUNDO

 

X—Y esa foto que cuelgas, ¿qué estás, enamorado?

Y—No, ¿por?

X—A ver... cuelgas un corazón... pues lo lógico es pensar...

Y—¿Qué?

X—Pues que estás pillado...

Y—No... Bueno, sí. 

X—¿Ves?

Y—De la vida estoy enamorado. ..

X—Vete a la mierda. En serio...

Y—Que no. No estoy enamorado. Todo el mundo cuelga estas chorradas. No sé cómo consiguen hacer esas figuras en la espuma... lo intento en casa y no hay manera. 

X—Eres un mentiroso. Tu no das puntadas sin hilo. ¿Por qué la cuelgas?

Y—Por lo que tu quieras... 

...

...

X—¿Piensas confesarlo?

Y—El café no tiene nada especial. Bueno sí, que es el más caro que recuerdo haber tomado. 

X—¿Cuánto te clavaron?

Y—No sé exacto, porque fue en un desayuno con más cosas, pero como cinco euros de café. 

X—¿En serio? ¿Dónde?

Y—En un bar como muy cool, por el rastro de Madrid. 

X—¿Con quién has estado en el rastro en Madrid?

Y—Con una amante...

X—¿Ves? 

...

...

X—No piensas hablar en serio, ¿no?

Y—Pues no. No tienes que saberlo todo a cada rato. 

X—Pues se supone que soy tu mejor amiga, y que puedes contármelo todo. 

Y—Para que luego lo casques por ahí. A partir de ahora mejor no vas a saberlo siempre todo. 

X—Que te jodan.